Si bien introducir valores lúdicos a estas actividades no es una idea nueva, se trata de un concepto que se ha visto magnificado en los últimos años como consecuencia del auge del entorno digital, de los videojuegos y de estudios aplicados a estos como la ludología.
Los invito a ver esta presentación elaborada conjuntamente con mis compañeras de grupo Eliana Reyes y Dorys Olivera, en la cual ampliamos información sobre dicho concepto abordado: https://docs.google.com/presentation/d/1IPXrGQfQ6StO-soK0DXj_4KRK9PWhSUPJ9FcSL5t_Gk/pub?start=true&loop=false&delayms=3000
Es el momento de explorar el ámbito educativo
con aplicaciones interactivas pensadas expresamente para los medios
tecnológicos de hoy. Las apps transforman en juegos algunos procedimientos
educativos que hasta ahora sólo estaban pensados para papel. El transmedia —es
decir, los productos digitales complementados con una versión impresa— es una
apuesta de futuro que entrará en las aulas.
Algunos desarrolladores han descubierto que
las aplicaciones educativas son emocionantes. Nos obsequian un escenario aún inexplorado, terriblemente poderoso para la comunicación,
que combina el juego, la narración, la animación, la interactividad y la
visualización, con los objetivos educativos tradicionales.
Se trata de herramientas para abordar o
resignificar contenidos educativos de forma entretenida y motivadora, con fichas
interactivas para combinar conceptos, áreas de dibujo, audios y pequeñas
animaciones de éxito que coronan la resolución de cada prueba. Son aptas para
su uso privado en casa y como material de refuerzo en el aula.
Una estrategia coherente: primero la app
Es indudable que las tablets y las
pc nos ofrecen el mejor campo para transformar en juegos algunos
procedimientos educativos que hasta ahora sólo estaban pensados para el papel.
Sin embargo, el mercado educativo va a utilizar el papel mucho tiempo. ¿Cuál
puede ser, entonces, la estrategia en educación?
Hacer cuentos está muy bien, aunque no caben
medias tintas: deben hacerse con animaciones impresionantes, o muy
interactivos y con mucha calidad. Pero hacer aplicaciones interactivas, juegos
que planteen retos, actividades y desafíos educativos de manera divertida es
todavía mejor.
“Es el supremo arte del profesor despertar la
alegría de la expresión creativa y el conocimiento”.
—Albert Einstein
El desarrollo de una app educativa
Un producto de este tipo requiere de un equipo experto
y de habilidades muy variadas que debe trabajar en franca colaboración:
desarrolladores, ilustradores, animadores, diseñadores gráficos, actores de
doblaje y expertos en ambientación sonora… y, por supuesto, el material
pedagógico.
El contenido
Siempre, primero el contenido. Podemos
elaborarlo expresamente para la app o partir de un buen material
originariamente pensado para papel. En ambas opciones se parte casi de cero:
hay que pensar en formato digital y los procedimientos antiguos ya no valen. Es
necesario hacer un análisis pedagógico de los objetivos y elaborar el material
(textos, descripción de ilustraciones, etcétera). Cada aplicación es distinta,
pero en todas hay que introducir un juego, una historia y las rutinas propias
de las tablets y smartphones para determinar
las interacciones que harán que la aplicación funcione.
Consulta también:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario